lunes, 26 de abril de 2010

Juan Antonio Samaranch

Por José Antich
"Con su pluma atinada, Jaime Arias define a Juan Antonio Samaranch como un pequeño gran hombre. Seguro que no le molestará que me apropie en el obligado recuerdo de quien es personaje clave a la hora de realizar una aproximación seria a la historia reciente de España, de Catalunya y de Barcelona.
  Dotado de una visión fuera de lo común para alcanzar sus objetivos y con una tenacidad innata para crear casi desde la nada uno de los focos más importantes del planeta, Samaranch ha sido en el terreno civil el más universal de nuestros conciudadanos. También el que ha tenido más poder, derivado de su doble condición de hombre todopoderoso del olimpismo y de interlocutor privilegiado de los responsables de las principales potencias.

 Desde los desaparecidos Leonid Brezhnev y Ronald Reagan hasta los actuales mandatarios chinos, que profesaban una admiración hacia Samaranch que se veía reflejada en que era junto al escritor Miguel de Cervantes el único español con una estatua en Pekín.

 Imprescindible a la hora de que Barcelona lograra los Juegos Olímpicos de 1992, Samaranch hizo realidad un viejo sueño, la universalización de su ciudad en los cinco continentes. No existe un término medio a la hora de resaltar las diferentes aportaciones del ex presidente del COI durante las últimas décadas y la dedicación incansable hacia cada uno de sus proyectos, que siempre acababan teniendo como denominador común -y así lo expresaba él- ayudar a su país.

 En los últimos años, se concentró en temas olímpicos y en apoyar diferentes iniciativas, muchas de ellas benéficas, en Barcelona, ciudad que debería aprobar en el primer pleno municipal que pueda el nombre de una calle que haga honor a quien fue su más grande embajador."

domingo, 25 de abril de 2010

Compañero del alma, compañero

   


 Elegía a Ramón Sijé


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.



Mágnífico poema. Es mi poema favorito de Miguel Hernández. Ya lo conocía antes, sobre todo algunas frases como la del título. Es una mezcla de ideas entre la desesperación de la muerte y la esperanza que su vida vuelva a florecer. Una situación injusta, desesperada, violenta, angustiosa, trágica. No puedo ni imaginar lo que tuvo que pasar el pobre Miguel Hernández. Este poema me gusta porque veo reflejado en él su rabia, su tristeza,.... Además utiliza un lenguaje con bastantes recursos pero entendible. Consigue crear un tono de voz desesperado, triste y emotivo. Un gran poema sin duda.

sábado, 24 de abril de 2010

José Luis

"JOSÉ LUIS FERRIS (Alicante, 1960) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y Doctor en Literatura Española por la Universidad de Alicante. Se da a conocer en el mundo literario tras la publicación de Piélago (Madrid, Hiperión, 1985), su primer libro de poemas, que recibió el Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana 1986 y una Beca a la Creación Literaria del Ministerio de Cultura. Posteriormente confirmaría su trayectoria poética con las obras Cetro de cal (Madrid, Rialp, 1985), accésit del Premio Adonais 1984, y Niebla firme(Madrid, Hiperión, 1989). Como prosista es autor de los relatos infantiles La isla de Tododelrevés (Anaya Infantil, 2007), Las palabras del agua (Sopa de Libros, Anaya, 2008) y Gacela de amor y nieve (ECU, Alicante, 2008). Tiene editados más de un millar de artículos de creación y crítica literaria en diversos diarios y revistas nacionales.Ha realizado la edición crítica de la Antología de la poesía de Federico García Lorca (Alicante, Aguaclara, 1991) y de la Antología poética de Miguel Hernández (Madrid, Espasa-Calpe, 2000), además de publicar trabajos especializados sobre Gabriel Miró, Azorín, Juan Gil-Albert y la revista de posguerra Verbo.

Con su primera novela, Bajarás al reino de la tierra(Barcelona, Planeta, 1999), obtuvo el Premio Azorín 1999. En 2000 publicó El amor y la nada (Barcelona, Planeta), su segunda obra narrativa. Es autor, asimismo, de la biografía del deportista José Hernández –La vida entre los puños(Diputación de Alicante, 2002)–, histórico púgil de la década de los 50, y del ensayo biográfico Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (Madrid, Temas de Hoy, 2002), obra con la que obtuvo el Premio de la Crítica (Ensayo) de la Comunidad Valenciana 2003. En 2004 publica Maruja Mallo. La gran transgresora del 27 (Madrid, Temas de Hoy), biografía de una de las figuras más representativas y silenciadas de la vanguardia artística española, y en 2007, Carmen Conde. Vida, pasión y verso de una escritora olvidada (Madrid, Temas de Hoy), obra que explora en profundidad en la sorprendente vida de la que fuera primera mujer académica y una de la voces líricas más destacadas de la posguerra española. Ha sido columnista del diario El País desde 1999 a 2006. Actualmente reside en su ciudad natal, donde se dedica a la creación literaria y a la docencia universitaria."

Editorial Club Universitario



El pasado viernes se celebró el Día del Libro. Por supuesto, en todas las ciudades en la calle se organizaron fiestas, talleres,.... Y cómo no, en los institutos como el nuestro también. Este año el tema principial era la vida de Miguel Hernández ya que se celebraba el aniversario de su muerte. La dirección del instituto y el departamento de lengua organizaron varias actividades. Prácticamente todos los alumnos de la E.S.O estuvieron presentes. A mí, al igual que la mayoría, creo que la actividad que más nos gustó fue la charla sobre el poeta. Todos pensábamos que nuestro profesores nos darían una clase sobre Miguel, pero no fue así: asistió el poeta, ensayista, biografo y escritor José Luis Ferris. Creo que ninguno de nosotros lo conocía, aun nos falta mucho que aprender. Nos esperábamos una persona nerviosa, que lo hiciera mal por vergüenza, por falta de proximidad a nosotros, porque somos un público difícil. Sorprendentemente para todos no fue así. Después de una breve presentación de un profesor el escritor comenzó a hablar. Afortunadamente, no se atragantó ni se puso nervioso, es más, transmitió serenidad desde el primer segundo. Era una persona con unas tablas y un saber estar admirable. No nos bombardeó con palabras difíciles, ni con un lenguaje simplón. Lo hizo todo de una manera muy culta pero los suficientemente simple como para que todos los presentes en la sala le entendiéramos.



Desde el primer momento supo conquistarnos con su discurso que no dejó de ser interesante en ningún momento. Prometió que no sería para nada aburrido, y lo consiguió, es más, tuvo puntos graciosos. Sabía mucho, muchísimo de lo que hablaba. Nos contó su investigación, que es casi más difícil que escribir el propio libro. Son increíbles las mentiras y las atrocidades que se han hecho con la vida de Miguel Hernández. Después de eso, nos contó detenidamente la vida de Miguel de una manera muy cercana y entrenida. Me gustó que hiciera hincapié en los sentimientos, intereses, virtudes de Hernández y no se limitará a hablar simplemente de sus viajes y poemas. Además, analizó algunos de sus poemas y nos contó su evolución como artista lo cual me pareció importantísimo. El final fue bastante bueno. En fin, me sorprendió mucho José Luis Ferris con su discurso. Pienso que es una persona muy lista, que sabe lo que hace, con quién lo hace, cómo tratar a la gente, con muchas tablas, inteligente, culto, que ha viajado mucho y que ha sido un honor y un privilegio haberlo escuchado.

jueves, 15 de abril de 2010

Palabrejas

Barraca
1. f. Caseta o albergue construido toscamente y con materiales ligeros.
2. f. En las huertas de Valencia y Murcia, casa de labor, hecha de adobes y con tejado de cañas a dos vertientes muy inclinadas.
3. f. Am. Edificio en que se depositan cueros, lanas, maderas, cereales u otros efectos destinados al comercio.
~ de feria  
1. f. Construcción provisional desmontable, que se destina a espectáculos, diversiones, etc., en las fiestas populares.


Oriolano/na
1. adj. Natural de Orihuela. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a esta ciudad de la provincia de Alicante, en España.




Poma
1. f. Fruta de árbol.
2. f. Manzana (fruto).
3. f. Casta de manzana pequeña y chata, de color verdoso y de buen gusto.
4. f. Vaso en que se queman perfumes.
5. f. Pomo para perfumes y cajita en que se lleva.
6. f. Especie de bola elaborada con varios ingredientes, por lo común odoríferos.


Ufana
1. adj. Arrogante, presuntuoso, engreído.
2. adj. Satisfecho, alegre, contento.
3. adj. Que procede con resolución y desembarazo en la ejecución de algo.
4. adj. Dicho de una planta: lozana.


Cejar
1. intr. Retroceder, andar hacia atrás, ciar.
2. intr. Aflojar o ceder en un negocio, empeño o discusión.
3. intr. Dicho de las caballerías que tiran de un carruaje: Andar hacia atrás.


Gallardo
1. adj. Desembarazado, airoso y galán.
2. adj. Bizarro, valiente.
3. adj. Dicho de lo que corresponde al ánimo: Grande, excelente.
4. f. Especie de danza, muy airosa, de la escuela española.
5. f. Tañido de esta danza.
6. f. Impr. Carácter de letra menor que el breviario y mayor que la glosilla.


Estío
1. m. Estación del año que astronómicamente principia en el solsticio de verano y termina en el equinoccio de otoño.


Curtir
1. tr. Adobar, aderezar las pieles.
2. tr. Dicho del sol o del aire: Endurecer o tostar el cutis de la persona que anda a la intemperie. U. m. c. prnl.
3. tr. Acostumbrar a alguien a la vida dura y a sufrir adversidades que puedan sobrellevarse con el paso del tiempo. U. t. c. prnl.
4. tr. coloq. Arg. y Ur. Castigar con azotes.


Perito
1. adj. Entendido, experimentado, hábil, práctico en una ciencia o arte. U. t. c. s.
2. m. y f. ingeniero técnico.
3. m. y f. Der. Persona que, poseyendo determinados conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos, informa, bajo juramento, al juzgador sobre puntos litigiosos en cuanto se relacionan con su especial saber o experiencia.


Cepa
1. f. Parte del tronco de cualquier árbol o planta, que está dentro de tierra y unida a las raíces.
2. f. Tronco de la vid, del cual brotan los sarmientos, y, por ext., toda la planta.
3. f. Raíz o principio de algunas cosas, como el de las astas y colas de los animales.
4. f. Núcleo de un nublado.
5. f. Tronco u origen de una familia o linaje.
6. f. Arq. En los arcos y puentes, parte del machón desde que sale de la tierra hasta la imposta.
7. f. Biol. Grupo de organismos emparentados, como las bacterias, los hongos o los virus, cuya ascendencia común es conocida.
8. f. Hond. Conjunto de varias plantas que tienen una raíz común.      
virgen
1. f. Planta sarmentosa, muy parecida a la vid.
a ~ revuelta.       
1. loc. adj. Dicho del viñedo viejo: Cuyas cepas no conservan la alineación y orden con que fueron plantadas.
de buena ~.                
1. loc. adj. De calidad u origen reconocidos por buenos. U. t. en sent. fig.
de pura ~.    
1. loc. adj. Dicho de una persona: Auténtica, con los caracteres propios de una clase. 




Espino
1. m. Árbol de la familia de las Rosáceas, de cuatro a seis metros de altura, con ramas espinosas, hojas lampiñas y aserradas, flores blancas, olorosas y en corimbo, y fruto ovoide, revestido de piel tierna y rojiza que encierra una pulpa dulce y dos huesecillos casi esféricos. Su madera es dura, y la corteza se emplea en tintorería y como curtiente. 
2. m. Arg. Nombre de algunas especies de árboles pequeños pertenecientes a la familia de las Leguminosas, de hojas divididas, flores perfumadas dispuestas en inflorescencias esféricas, y fruto seco e indehiscente.  
3. m. Cuba. Arbusto silvestre, de la familia de las Rubiáceas, de dos metros de altura, muy ramoso y espinoso, de madera muy dura, con vetas amarillas.
~ albar.
1. m. espino  (árbol rosáceo).
~ artificial.
1. m. Alambrada con pinchos, que se usa para cercas.
~ cerval.
1. m. Arbusto de la familia de las Ramnáceas, con espinas terminales en las ramas, hojas elípticas y festoneadas, flores pequeñas y de color amarillo verdoso, y por frutos drupas negras, cuya semilla se emplea como purgante.
~ negro.
1. m. Mata de la familia de las Ramnáceas, muy espesa, con las ramillas terminadas en espina, hojas persistentes, obtusas, casi lineales, flores pequeñas, solitarias, sin corola, y fruto en drupa amarillenta o negra, según los casos, y de unos cuatro milímetros de diámetro.


Manojo
1. m. Haz pequeño de cosas que se puede coger con la mano.
2. m. Abundancia de cosas, conjunto.
a ~s.
1. loc. adv. En abundancia.



Nardo
1. m. espicanardo.
2. m. Planta de la familia de las Liliáceas, con tallo sencillo y derecho, hojas radicales, lineares y prolongadas las del tallo a modo de escamas, y flores blancas, muy olorosas, especialmente de noche, dispuestas en espigas con el perigonio en forma de embudo y dividido en seis lacinias. Es originaria de los países intertropicales, se cultiva en los jardines y se emplea en perfumería.
3. m. Flor de esta planta.
4. m. Confección aromática que se preparaba antiguamente con el extracto de las raíces del nardo.


Agostar
1. tr. Dicho del excesivo calor: Secar o abrasar las plantas. U. t. c. prnl.
2. tr. Consumir, debilitar, o destruir las cualidades físicas o morales de alguien.
3. tr. Arar o cavar la tierra en el mes de agosto para limpiarla de malas hierbas.
4. tr. And. Cavar la tierra para plantar viña.
5. intr. Dicho del ganado: Pastar durante la seca en rastrojeras o en dehesas.



Hinojo
1. m. Planta herbácea de la familia de las Umbelíferas, con tallos de doce a catorce decímetros, erguidos, ramosos y algo estriados, hojas partidas en muchas lacinias largas y filiformes, flores pequeñas y amarillas, en umbelas terminales, y fruto oblongo, con líneas salientes bien señaladas y que encierra diversas semillas menudas. Toda la planta es aromática, de gusto dulce, y se usa en medicina y como condimento.
~ marino.
1. m. Hierba de la familia de las Umbelíferas, con tallos gruesos, flexuosos, de tres a cuatro decímetros de altura, hojas carnosas divididas en segmentos lanceolados casi lineales, flores pequeñas, de color blanco verdoso, y semillas orbiculares casi planas. Es planta aromática de sabor algo salado, abundante entre las rocas.
Hinojo (2)
1. m. rodilla (parte que forma la unión del muslo con la pierna). U. m. en pl.   



Yerro
1. m. Falta o delito cometido, por ignorancia o malicia, contra los preceptos y reglas de un arte, y absolutamente, contra las leyes divinas y humanas.
2. m. Equivocación por descuido o inadvertencia, aunque sea sin dolor.
el ~ del entendido.
1. m. Descuido o error cometido por persona discreta o perita y que por consiguiente suele ser de más trascendencia.
~ de cuenta.
1. m. Falta que se comete por equivocación o descuido, y especialmente cuando de ella se sigue algún daño o provecho para otra persona, como en las cuentas y cálculos.


Casta
1. f. Ascendencia o linaje. Se usa también referido a los irracionales.
2. f. En la India, grupo social de una unidad étnica mayor que se diferencia por su rango, que impone la endogamia y donde la pertenencia es un derecho de nacimiento.
3. f. En otras sociedades, grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás por su raza, religión, etc.
4. f. Especie o calidad de algo.
5. f. Zool. En una sociedad animal, conjunto de individuos especializados por su estructura o función. Se usa en especial referido a los insectos sociales, como la obrera en una colmena.


Libar
1. tr. Chupar suavemente el jugo de una cosa. Se dice especialmente de las abejas. U. t. c. intr.
2. tr. Hacer la libación para el sacrificio.
3. tr. Hacer sacrificios u ofrendas a la divinidad.
4. tr. Probar o gustar un licor.

     
Voraz
1. adj. Dicho de un animal: Muy comedor.
2. adj. Dicho de una persona: Que come desmesuradamente y con mucha ansia.
3. adj. Que destruye o consume rápidamente.



Áureo
1. adj. De oro. U. m. en leng. poét.
2. adj. Parecido al oro o dorado. U. m. en leng. poét.
3. m. Moneda de oro que corría en tiempo del rey Fernando III el Santo.
4. m. Moneda de oro, y especialmente la acuñada por los emperadores romanos.
5. m. Peso de cuatro escrúpulos, que se usaba en farmacia.


Picudo
1. adj. Que tiene pico.
2. adj. Que tiene forma de pico.
3. adj. Que tiene hocico.
4. adj. coloq. Dicho de una persona: Que habla mucho e insustancialmente.
5. adj. Cuba De mal gusto. Apl. a pers., u. t. c. s.
7. m. Asador, espetón.
8. m. El Salv. y Méx. Insecto muy dañino que destruye la planta del algodón. 



Esquivo
1. adj. Desdeñoso, áspero, huraño.


Hortelano
1. adj. Perteneciente o relativo a las huertas.
2. m. y f. Persona que por oficio cuida y cultiva huertas.
3. m. Pájaro de unos doce centímetros de largo desde el pico a la extremidad de la cola, con plumaje gris verdoso en la cabeza, pecho y espalda, amarillento en la garganta y de color de ceniza en las partes inferiores; cola ahorquillada con las plumas laterales blancas, uñas ganchudas y pico bastante largo. Es común en España. 
4. f. Mujer del hortelano.   


Estridente
1. adj. Dicho de un sonido: Agudo, desapacible y chirriante.
2. adj. Que produce ruido y estruendo.






 


         


  
    
    
   

 

martes, 13 de abril de 2010

Deporte base

  Muchos de nosotros hemos visto algún partido de cualquier deporte. Pero no de ese deporte capitalista que se basa en el negocio y en las camisetas vendidas. Yo me refiero al deporte puro, a ese deporte practicado con pasión y entusiasmo. Hablo, concretamente, del deporte base. Todos hemos visto algún partido de fútbol en el que los niños corren detrás del balón mientras hay un entrenador que intenta poner orden entre tanto caos alegre. Siempre que vemos esto oímos a las madres gritar animando desaceleradamente: ¡ese es mi niño!. Es mas, seguro que muchos hemos sido ese niño.

En muchos casos, como el mío, el deporte base comienza a practicar desde muy pequeños. A los 7 años todos estábamos con un balón en el pie imaginando que éramos el nuevo Messi, o el nuevo Puyol. Por supuesto, la realidad era muy distinta. Sólo piensan en jugar, y jugar y jugar y correr detrás de la pelota alegremente intentando dar más de dos pasos con el balón controlado. Entre tanto jaleo, siempre hay un entrenador que trata de poner orden mediante entrenamientos con conos. En muchas ocasiones, parece una tarea difícil e imposible. Los padres se lo toman como un simple juego de niños y no le dan mayor importancia. Pero, sorprendentemente, el entrenador consigue educar a los niños e introducirlos cada vez más en la competición. Hasta este momento, si a un niño le decías que jugara en el centro del campo, se lo tomaba al pie de la letras y no salía del círculo central. Después de esto, los niños comienzan a mejorar su técnica, incluso a hablando. Ya no se trata de un equipo de calle, sino de un EQUIPO. Esto ocurre hasta el punto que incluso los madres comentan el partido con sabiduría y se contentan con ganar y jugar bien. Pero, aun así, sigue siendo un juego alegre donde participar es lo que importa.

A medida que crecemos el fútbol también evoluciona. Se vuelve cada vez más agresivo y ya no puedes tener miedo. No se tolera el miedo. En primer lugar, los entrenadores aumentan su nivel de exigencia y el interés no es pasarselo bien sino que el club gane lo cual me parece correcto. Ya no hay equipillos mediocres a los que les puedes marcar 20 tantos con los suplentes. Ahora, los jugadores van a ganar como sea y entran con todo. A ciertas edades, empiezas a ver entradas muy duras. Incluso los padres se vuelven más agresivos y gritones. De hecho, en algunos pueblos los esperan con palos, insultan y se pelean entre ellos. Es entonces cuando el deporte pierde su inocencia alegre y divertida y se convierte en una competicón pura y dura.

Pero después de todo, a mí el deporte base y en concreto el fútbol, me ha encantado. Cuando era pequeño lo importante era jugar, aunque íbamos a ganar por supuesto pero éramos todos amigos y no había problemas en el equipo. Los padres formaban un grupo también y todo era armonía. Poco a poco fui creciendo y el equipo se fue renovando pero el ambiente siguió igual. Sí es verdad que el fútbol cambiaba y el objetivo ante todo era ganar, pero aun así fuimos capaces de mantener el ambiente. Por eso disfrutaba tanto al jugar al fútbol y me daba igual la agresividad del contrario, la mia, la de los padres,… Yo sólo quería jugar al fútbol, hacer deporte y disfrutar. 

Microrrelato

Oyó un agudo y sonoro brindis. Ella observaba el salón sentada ante la atenta mirada del centinela. Debía aguantar los nervios y mantener los modales. Después de una larga e impaciente espera la puerta del estudio se abrió. Aguardaba la respuesta de su padre entre lágrimas y con el anillo aun entre sus dedos.

Poema nº4

ES LA MAÑANA LLENA DE TEMPESTAD
en el corazón del verano.

Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes
el vientos las sacude con sus viajeras manos

Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado

Zumbando entre los árboles, orquestal y divino
como una lengua llena de guerras y de cantos

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros

Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados
Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano.

domingo, 4 de abril de 2010

PS Adjetivas especificativas y explicativas

Según su significado las proposiciones subordinadas adjetivas pueden se:

            - Subordinadas adjetivas especificativas: Estas proposiciones delimitan la extensión significativa del antecedente, seleccionando el objeto o la persona a la que se refiere.
                 Me puse la camisa que me regalaste.
                            Antecedente    PS Adj especificativa

Visualmente, podemos decir que las adjetivas especificativas no van entre comas.


             - Subordinadas adjetivas explicativas: Las proposiciones explicativas se limitan a aportar un rasgo o cualidad de la realidad designada por el antecedente.
                    Mi casa, que está en el centro de Madrid, es muy pequeña.
                         Ant.                PS Adj explicativa

Visualmente, las explicativas van entre comas.

Subordinación adjetiva(II)

Las proposiciones adjetivas cumplen la función de adyacente de un sustantivo(llamado antecedente) y están, por tanto, dentro de un sintagma nominal.
                                 det.  N(sust)   Ady. (Ps Adj)
        Me gustó mucho el libro que me prestaste > libro (antecedente)


El relativo que encabeza la proposición subordinada cumple, dentro de esta, una función sintáctica. Para averiguarla, debes analizar por separado la subordinada, sustituyendo el relativo por su antecedente.
                 Me gustó mucho el libro que me prestaste.
                                                               PS Adj 

PS Adj: que me prestaste > me prestaste el libro > me lo prestaste 
                                                                                                 CD 
                                              CD
     Me gusto mucho el libro que me prestaste.
                                                 Ady (PS Adj)


En proposiciones adjetivas los pronombres y adverbios relativos pueden tener una preposición delante. Es entonces cuando la preposición forma con el relativo una construcción preposicional incluida en la proposición subordinada.
                                    Es la mujer de quien de hable.
                                                           Ady (PS Adj)

Para analizar en oraciones compuestas PS Adj se realiza el siguiente procedimiento:
         1) Señala los verbos que aparecen en la oración. 
         2) Localiza el nexo que encabeza la subordinada y comprueba que se trata de un relativo, sustituyéndolo por el cual, la cual, los cuales, las cuales.
         3) Identifica el sustantivo antecedente.
         4) Delimita la PS y asígnale la función de adyacente dentro del sintafma nominal que tiene como núcleo a su antecedente.
         5) Analiza internamente la proposición subordinada adjetiva; no olvides especificar la función que desempeña el relativo.
         6) Complementa el análisis del resto de la oración.

sábado, 3 de abril de 2010

Subordinación adjetiva(I)

Las proposiciones subordinadas adjetivas son aquellas que equivalen a un adjetivo calificativo.
          Me gustan las películas que duran poco  > Me gustan las películas cortas.


Las proposiciones subordinadas adjetivas que estudiaremos este curso pueden aparecer introducidas por los siguientes elementos:
          - Los pronombres relativos que, quien, quienes, el cual, la cual, los cuales, las cuales:
            Me presentaron a María, que es abogada > Me presentaron a María, la cual es abogada.

          - El adverbio relativo donde:
          El barrio donde vivo tiene un parque precioso > El barrio en el cual vivo tiene un parque precioso.

          - El adjetivo relativo posesivo cuyo:
            La ciudad, cuyo alcalde era muy emprendedor, había cambiado mucho > La ciudad- el alcalde de la cual era muy emprendedor - había cambiado mucho.


Reconocimiento:
Hay que comprobar que el relativo que la encabeza se pueda sustituir por el cual, la cual, los cuales, las cuales, precedidos, a veces, de una preposición.
       Juan, que estaba enfermo, no fue. > Juan, el cual estaba enfermo, no fue.