lunes, 12 de octubre de 2009

El paisaje romántico. El paisaje como desposesión

Voy a hacer unas entradas sobre el Romanticismo en las que voy a seguir un libro de Rafael Argullol titulado La atracción del abismo.  Lo que quiero es llegar a  comprender el Romanticismo a través de la pintura romántica.





"El monje se halla absorto. Su breve silueta, es, apenas, un minúsculo accidente que no llega a turbar el predominio de los tres reinos. Tierra, mar, cielo, tres franjas infinitas empequeñecen la presencia del solitario; posiblemente el gran ruido del silencio le anonada. La inmensidad le causa una nostalgia indescriptible y, asimismo, un vacío asfixiante. La antigua grandeza, perdida en el horizonte, le es retornada en forma de angustia: el mar se abre a sus pies como un fruto dulce y amargo".


Según Argullol, en el romanticismo el paisaje se vuelve trágico ya que representa la separación entre el hombre y la naturaleza. El hombre se siente insignificante ante una naturaleza grandiosa y amenazante.

El autor del cuadro es: Caspar David Friedrich



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