lunes, 2 de agosto de 2010

Diario de la final

Today I got up a bit late. (....)

After that, we went to watch the match to the pub. Iwas two minutes late but it didn´t matter. The important thing was the match. Spain tried yo catch the ball and pass it but it was quite difficult. Holland defenders were really hard. They took too many fouls. Some of the players were very violent. I don´t understand why the referee didn´t stop it! WE had some opportunities to score but we didn´t. I was really really nervous. Holland was very dangeroues. Robben could change the match at any moment. We were shouting "we´re Spanish", it was great! We should do! It´s our team! We must do it!



In the second half, we got more nervous. Holland had the best opportunities to score, but Casillas appeared and he touched the ball and it wasn´t a goal! Saint Casillas! It was very difficult to got into the Holland wall. We were playing very well and we tried and tried! Come on Spain! When the time was going to be over, the players began to play faster, directly and our nervous grew a lot. Any time, both teams could score, so we had to go to the "added time". It was being a hard match! In the extra time, the playing was direct. There wasn´t a break and Holland nearly scored. We too. We tried and tried and tried but it was very difficult because they made a lot of fouls. They were crazy! They didn´t play fair, no! Absolutly they didn´t!



The time was going out, we couldn´t any more! I had headache, I was so nervous! Everybody thought that we were going to the penalties! That was the worst! In that, only the luck could save us! Our World Cup, our match, our history, our passion were going to be "in the air" with the penalties! Then, Iniesta appeared! Torres passed Cesc and he passed excellently to Iniesta, he shot the ball and he scored! He scored in the last minute! Iniesta, the boy who was the enemy of the Sun! He was called to the glory! He was called to write history, to write our history! He was born to score that goal! Spain was going to win! Spain! I never shot like today! Fantastic! Amazing! Exciting! Everyone was shouting! And then, we won, we won! We were the cent of the universe! We were the champions of the world! Spain! Only Spain! We shot! One girl cryed! We phoned our parents, our families, our friends,...! Our feeling were crazy! We did hundred of things! We took photos, ran, shot, took our t-shirts off,....! Fantastic night! I love my country! My team, my people, my popular parties, Iniesta, Casillas, Xavi, my family! Spain won! We are the World Cup champions! I wish I had been in Spain and run to Luceros, to shout! Today, I´m going to bed beeing happy, beeing Spanish!




 Yo viví la final en Liverpool. Lo que hay arriba es lo que escribí aquella noche mágica en mi diario. Mi familia inglesa me felicitó con mucho cariño. Se alegraban mucho por nosotros y me dijeron: vosotros sí que sabeis celebrar un Mundial de verdad. Tenían razón, lo hicimos aunque a miles de kilómetros de distancia. Ganar el Mundial fue una locura y a mí personalmente me costaba asimilarlo. En ese momento y a esa distancia no era capaz de entender lo que significaba aquella victoria para mí, para mi país y para el mundo entero. Era romper con una tendencia, era realzar nuestro orgullo, vengarnos del pasado, demostrar que somos un gran país,... Era eso y mucho más. Era un Mundial.



Recuerdo que durante el partido no podía beber. Cualquier tipo de jugada nos levantaba a mí y a mis amigos de nuestras sillas. Los nervios estaban a flor de piel. Cantamos, animamos,... Al principio era divertido, pero a medida que pasaba el partido los nervios y mi preocupación crecían. Pasé un mal ratito. Incluso llegué a tener dolor de cabeza.  Tuvimos ocasiones pero el Jabulani no quiso entrar. Menos mal que tampoco quiso entrar en nuestra portería a través del pie de Robben. Los ingleses del pub iban con España, ¡faltaría más! Entonces,apareció Cesc surcando la defensa holandesa, abriendo una herida en ella para pasarle la pelota a  Iniesta que un derechazo imparable, hundía el balón en la portería naranja para hacernos con la copa. 





Fueron momentos de alegría desatada. Alegría que te tira al suelo abrandote con tus compatriotas, que hace grites como nunca, y que saltes como nadie y que llores como un niño. Dichosa alegría. Tiramos las mesas del pub e hicimos una oda a Iniesta y a todo aquello que fuera español. Un minuto después, sin que apenas nos diera tiempo a sentarnos de nuevo, nos hicimos Campeones del Mundo. Volvimos a gritar,  saltar,... Pero hubo un momento que todos paramos pensando: bueno ya está, ya hemos ganado. Necesitamos 10 segundos para asimilar un poco todo lo ocurrido.  Creo que al paso de las horas y los días nos estamos dando cuenta de lo que significa esta victoria. Salimos a la calle a correr,  a cantar,  a recorrer todo el paseo sin cansarnos, a saltar de alegría y a gritar a los cuatro vientos, que éramos españoles, que éramos campeones.


 

Llamamos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos, a nuestra gente. Aun recuerdo la conversación con mis padres, en la cual intenté resumirles todo lo que sentía en ese momento y decirles que acordaba mucho de ellos y que les quería mucho. Fueron las primeras personas en las que pensé al marcar el gol. Y al igual que yo, todos mis compañeros recordaron a sus seres queridos. Recuerdo a todos mis amigos hablando con sus padres y gritando al teléfono al salir del pub. Fueron muy momentos muy emocionantes. Momentos de exhaltación en los que te acuerdas de tu familia, amigos,...Hace especial e inolvidable ese momento, el simpleme hecho de acabar de ganar un Mundial, y que chavales de mi edad llamen  a sus padres y hermanos llorando, gritando abrazados  sus amigos de viaje; en lugar de hacer cualquier otra cosa. Jamás olvidaré aquella escena. Nos acordamos de nuestros 45 millones de compañeros que se volcaron con nuestro equipo y con nuestro país. Todos queríamos celebrarlo y cantar y saltar y desatarnos como nunca lo habíamos hecho. Prácticamente hicimos eso aun estando en Inglaterra. Después de tantos años, España estaba en lo más alto. Un país que en lo respectivo al fútbol se sentía apartado de los grandes inmerecidamente. Un país que siempre ha estado volcado con el deporte y con el fútbol. Un país que está en crisis y que ha pesar de eso se ha echado a la calle a disfrutar y a celebrar la victoria. Un país que sabe saborear lo que tiene. Allí en Liverpool, alejado de mi familia y mis seres queridos, el sentimiento era muy grande. Un sentimiento de orgullo, de alegría muy difícil de igualar. Los días sucedieron y ese sentimiento seguía patente. Quería gritarle al mundo, a todos, gritarle a la gente, y que todos supiera que era español. Echába de menos mi país y celebrarlo allí como tocaba. Y eso quería hacer en España, con todos los españoles: gritar y cantar y bailar,.... que el mundo se enterara. Estaba muy inquieto, no paraba de moverme; aun habiendo pasado 2 días. Nunca me había arrepentido tanto de irme de viaje. EStaba contento pero lamentado al mismo tiempo de no estar aquí en España. No obstante, mi padre tenía razón, allí a lo lejos,  el sentimiento era muy grande y muy especial. Es casi indescriptible. Nunca lo olvidaré, porque aunque haya vuelto, aun tengo ese sentimiento tan especial.

Celebración del Mundial por todo el mundo

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